Importancia en Manejo
El uso de microorganismos y la fertilidad del suelo
Los agricultores están aceptando cada vez mas las ventajas comparativas de los microorganismos (Rhizobium, Azotobacter, Miconizas, Azolla, entre otros) para mejorar la fertilidad biológica del suelo. Una prueba de ello es que los inóculos comerciales que se vienen ofreciendo en diversos países están teniendo una mayor demanda. Las cantidades de nitrógeno atmosférico fijado, por ejemplo, por las bacterias del género Rhizobiurn son sin duda de gran importancia económica. Las experiencias demuestran que la fijación biológica del nitrógeno, por intermedio de la asociación leguminosa (alfalfa, trébol, frijol, arveja, lupino, etc) y Rhizobium, ascienden a cifras considerables de nitrógeno fijado en el suelo (50 a 400 kg de N/ha/año), disminuyendo así el uso de fertilizantes sintéticos (como la úrea), contribuyendo de esta manera al equilibrio ecológico de los suelos.
Diversos estudios comprueban también la efectividad de las bacterias asimbióticas, cuya aplicación, en forma de biopreparados a partir de Azotobactel; mejoran significativamentel a producción. Actualmente se cuenta en el mercado con un producto a base de éste microorganismo conocido como Azotolam, que viene siendo utilizado en cultivos de papa, trigo, ajo, maíz, cebolla, hortalizas, tomate, entre otros. Las pruebas de campo han determinado incrementos en el rendimiento entre 15 y 30%, y permite el ahorro entre el 15 y 20% de fertilizantes nitrogenados y fósforados.
¿Porqué cuidarlo?
El suelo, es uno de los recursos más valiosos para garantizar la seguridad alimentaria y para la generación de ingresos sostenidos para el país. Su aporte a la economía depende de la incidencia de los factores de formación del suelo, del nivel de su fertilidad natural y de las prácticas de manejo aplicadas. A pesar de su importancia socioeconómica, es el recurso con mayores problemas de degradación fisica, química y biológica, generados como consecuencia de las diversas actividades que realizan los grupos humanos.
Fuente: http://goo.gl/9ZCGGt
Es poco lo que se ha trabajado en relación a las estrategias para controlar la erosión y la degradación del suelo, y a problemas relacionados a la fertilidad biológica. Se ha puesto mas énfasis al desarrollo de técnicas para reducir la tasa de erosión mediante prácticas fisico-mecánicas y al mejoramiento de la fertilidad química mediante la aplicación de diversos fertilizantes sintéticos. La aplicación de estos insumos más la práctica monocultivista ha acelerado los niveles de esterilización del suelo, afectando directamente su productividad natural.
El suelo puede presentar tres tipos de degradación Física, química y biológica, nos centraremos en está ultima concerniente al tema central del blog.
Degradación biológica:
Comprende la reducción en el contenido de humus en la capa superficial del suelo, disminución de la actividad microbiológica, eliminación de cepas nativas de microorganismos que participan en el reciclaje de N y P, y de aquellos que ayudan a regular las poblaciones de patógenos en el suelo. Esta degradación se debe fundamentalmente a la eliminación de la cobertura vegetal y a la incapacidad de garantizar el reciclaje de la biomasa producida en el predio; esta situación se ve empeorada por la aplicación de agrotóxicos que afectan directamente a la población microbial del suelo.
Los efectos de los plaguicidas en la fijación del nitrógeno atmosférico o en la mineralización del nitrógeno son de importancia ecológica y económica, porque al eliminar estos microorganismos se pierde un gran potencial para mantener la fertilidad del suelo. Asimismo se ha encontrado que la aplicación de los fungicidas, nematicidas y fumigantes del suelo causan la alteración mas drástica del equilibrio microbiológico, porque se aplican como agentes antimicrobianos y exhiben varios grados de especificidad hacia patógenos de plantas en el suelo; su acción rara vez se limita al patógeno. El efecto completo es la esterilización parcial, causando cambios cualitativos y cuantitativos de la microflora del suelo. En este proceso puede verse gravemente afectados los microorganismos benéficos por largos periodos.
Fuente: www.phytoma.com
Lineamientos tecnológicos para garantizar la fertilidad del suelo
Como se ha indicado el suelo es la base para lograr una producción sostenida de alimentos. También es el recurso mas expuesto y mas frágil a los procesos de degradación. Es importante indicar que el suelo no es un medio inerte, sino es dinámico y vivo, su desarrollo y actividad depende de los factores de formación (clima, organismos, material parental, relieve y tiempo) predominantes. El tipo de manejo que se realice va afectar positiva o negativamente su dinámica interna y productiva.
A continuación describimos los lineamientos tecnológicos a ser considerados dentro de la propuesta del manejo ecológico de suelos:
Diversificación de los sistemas de producción
En términos prácticos la integración de la actividad agrícola, pecuaria y forestal-frutícola es la base para lograr la sustentabilidad de los sistemas de producción. Con este sistema, lo que se persigue es reducir la dependencia a los insumos externos, aprovechando al máximo la biomasa producida dentro del agroecosistema. Existen técnicas sencillas para iniciar con el proceso de diversificación, que ayuden a recuperar y mantener la fertilidad del suelo, que están relacionados con la rotación y asociación de cultivos.
Incremento de la cobertura vegetal viva o muerta:
El uso de leguminosas como cultivos de cobertura ofrece un gran potencial para la producción autosostenida de cultivos y para la autosuficiencia de nutrientes del suelo. Las especies que se utilizan como cobertura viva incluyen un conjunto de especies leguminosas como mucuna (Stizolobium deeringianum), canavalia Canavalia ensiformis), dolicho (Dolichos lablab), frijol de vaca (Kgna sinensis), frijol de palo (Cajanus cajan), trébol blanco (Trifolium repens), trébol rojo (Trifolium pratense), la vicia (ficia sativa) entre otros. La función principal es proteger el suelo de las gotas de lluvia, reducir la velocidad del agua de escorrentía, aportar materia orgánica al suelo y mejorar el contenido de nitrógeno del suelo.
Fuente: www.zoonews.com.br
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